Nuestro equipo de Estrategia de Inversiones publicará reportes semanales y secuenciales analizando los mercados internacionales de Renta Variable, Renta Fija, Tasas y Monedas, Commodities e Inversiones Alternativas.
09-01-2023
Nuestro Análisis:
Las estimaciones oficiales de la Reserva Federal de EE. UU. (Fed) indican que la tasa llegaría a niveles de 5,1% este año, y según las últimas declaraciones de Powell, no habría recortes hasta 2024. Asimismo, la presidente de la Reserva Federal de la ciudad de Kansas, Esther George, mencionó su postura de llevar la tasa de referencia arriba del 5% y mantenerla hasta 2024, con el fin de asegurar la baja de la inflación.
Después de una caía del 9,3% del dólar (medido por el índice DXY) desde los máximos del 2022, el miércoles mostró un rebote después de las declaraciones de Powell sobre el camino a seguir respecto a las tasas de referencia. De cara a 2023, la demanda por el dólar dependerá de los niveles de tasa que mantenga la Fed, la evolución de la inflación, y el contexto y oportunidades en Europa, Asia y Emergentes.
Francoys Villeroy, miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), mencionó que la entidad completaría la suba de la tasa de referencia este verano –julio o agosto– y se preparará para mantenerlas por un periodo determinado de tiempo a fin de bajar la inflación.
Reserva Federal de EE. UU.
Después de una caía del 9,3% del dólar (medido por el índice DXY) desde los máximos del 2022, el miércoles mostró un rebote después de las declaraciones de Powell sobre el camino a seguir respecto a la tasa de referencia. Específicamente, Powell mencionó que no hay planes de hacer recortes de tasa en 2023, algo que el mercado si esperaba (y aún espera) que suceda.
Luego de un 2021 y primera parte del 2022 con políticas monetarias y fiscales expansivas, un salto de la inflación a niveles de 8% interanual llevó a un cambio en la postura de la Fed, teniendo que subir agresivamente la tasa de referencia hasta el rango actual de 4,25% - 4,50%. No obstante, las estimaciones los oficiales de la Fed indican que la tasa llegaría a niveles de 5,1% este año, y según las últimas declaraciones de Powell, no habría recortes hasta 2024.
Complementando las declaraciones de Powell, la presidente de la Reserva Federal de la ciudad de Kansas, Esther George, mencionó su postura de llevar la tasa de referencia arriba del 5% y mantenerla hasta 2024, con el fin de asegurar la baja de la inflación.
El mercado teme que la Fed insista más de lo necesario con esta política monetaria contractiva, llevando la economía a una recesión que podría ser evitable si se cambia de rumbo a tiempo. No obstante, los miembros de la Fed se encuentran en la disyuntiva entre eliminar la inflación y llevarla al objetivo del 2%, sin llevar a EE. UU. a una fuerte recesión. La línea es fina pero la prioridad es clara: bajar la inflación, aunque cueste algo de dolor en la economía.
El mercado fue tomando nota de esta postura durante 2022, poniendo especial foco en cada decisión y declaración de la Fed. Para 2023, esperamos que la Reserva Federal siga siendo un actor principal en los mercados.
Hoy el mercado varía su sentimiento según los datos económicos que van saliendo, especialmente los de empleo. Cualquier dato que refleje un mercado laboral fuerte es un indicador de que la Fed mantendría la tasa en niveles elevados por más tiempo.
Como mencionábamos antes, la Fed evalúa los datos económicos para ver hasta dónde puede llegar con estos niveles de tasa y cuándo debe aplicar el pivote que tanto espera el mercado. De hacerlo tarde, podría llevar a la economía a una recesión fuerte y evitable. Pero de hacerlo antes de tiempo, la inflación podría volver y quedar más instalada como sucedió con Volcker en 1980.
Dólar estadounidense
El dólar siguió debilitándose durante el mes de diciembre, a medida que las tasas en Europa continuaron subiendo, mientras que la inflación en la Eurozona muestra signos de que se está controlando y bajando, con menores precios de energía y una política monetaria haciendo efecto. A su vez, la situación en Europa va mejorando, con la mayoría de los países habiéndose abastecido de gas para pasar el invierno, mientras que las temperaturas se mantienen algo por encima de los que suelen ser en los inviernos europeos.
Esto llevó a que el apetito por el dólar y las tasas en Estados Unidos se pierda contra las tasas en Europa y un euro más devaluado, con posibilidad de recuperarse en este 2023.
Adicionalmente, Japón también comenzó a subir la tasa después de muchos años de no hacerlo. Tomando por sorpresa al mercado, el Banco de Japón (BoJ) decidió liberar más la tasa de interés y que pueda subir hasta 0,5%, cuando antes podía subir hasta 0,25%, pero manteniendo la tasa objetivo en 0%. Esta noticia impactó fuerte en el mercado. Japón es uno de los mayores prestamistas del mundo y de EE. UU., por lo que un incremento en su tasa de referencia atrae el interés en este país, principalmente el de los japoneses mismos, golpeando a la demanda por activos estadounidenses.
De cara a 2023, le demanda por el dólar dependerá de los niveles de tasa de interés que mantenga la Fed, la evolución de la inflación, y el contexto y oportunidades en Europa, Asia y Emergentes. Con inflación bajando y tasas subiendo, la tasa real en EE. UU. podría ganar atractivo y ponerle un piso más alto al DXY, por el que vemos que en el 2023 el dólar se mantendría fuerte respecto a anteriores años.
Pero, por otro lado, también depende de la fortaleza de las otras regiones del mundo. En Europa, se podrían ver buenas oportunidades si el invierno no llega a ser tan duro –por el abastecimiento de gas– y si la guerra entre Rusia y Ucrania llega a su fin. Adicionalmente, si el Banco Central Europeo sigue subiendo la tasa y la inflación continúa cediendo, se generaría mayor apetito en activos europeos, fortaleciendo al euro. Francoys Villeroy, miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), mencionó que la entidad completaría la suba de la tasa de referencia este verano –julio o agosto– y se preparará para mantenerlas por un periodo determinado de tiempo a fin de bajar la inflación.
En Asia, China apunta a recuperar su economía mediante una mayor flexibilización de las restricciones por el COVID-19, a pesar de que los contagios siguen siendo preocupantes. Por su parte, la demanda de dólares que viene desde Japón se ve algo golpeada por la decisión de subir la tasa de interés hasta 0,5%.
Para concluir, creemos que el dólar seguirá fuerte en 2023, pero el pico del 2022 de 115 puntos pareciera ser difícil de volver a alcanzar, salvo que la situación en Europa empeore nuevamente y no haya nuevas sorpresas en Japón respecto a su política monetaria.
Países Emergentes
En Brasil, la tasa de referencia manejada por el Banco Central de Brasil (BCB) sigue en niveles de 13,75% y sin cambios. Mientras tanto, la asunción de Lula le agregó ruidos al mercado de cambios con decretos que conllevan a un mayor déficit fiscal, con aumento de gasto y suspensión de posibles privatizaciones en carpeta.
De esta forma, el real subió un 1,4% en el último mes y 4% en dos semanas, a medida que el mercado cree que la situación fiscal podría empeorar, debilitando al real brasileño. De todas formas, se deberá esperar a mayores detalles del plan fiscal de este nuevo gobierno, para tener mayor claridad sobre el camino a seguir en el mandato que recién comienza. Pero las expectativas de un Lula moderado se vieron algo deterioradas después de un discurso de asunción más alejado del centro de lo que se esperaba.
El Banco Central de Uruguay (BCU) aumentó en 25 puntos básicos su tasa de política monetaria, alcanzando el 11,5% el 30 de diciembre. La tasa de inflación alcanzó el 8,29% interanual, por debajo del pico de 9,95% de septiembre y mostrando mejoras.
Monitoreando la situación, la Comisión de Política Monetaria (COPOM) está evaluando tener una política monetaria más flexible en 2023, a medida que la inflación siga bajando como lo viene haciendo en los últimos meses.
Por último, el 21 de diciembre el Banco Central de Paraguay (BCP) decidió mantener sin cambios su tasa de política monetaria por tercera vez consecutiva. La decisión fue tomada en un contexto donde la inflación se redujo en 2,2 puntos, hasta el 8,3% en noviembre. Según el comunicado del BCP, las expectativas de inflación en noviembre se volvieron a ubicar en el 4%, en línea con la meta de inflación del organismo central, bajando desde el 4,5% de septiembre.
Argentina
La brecha cambiaria en Argentina (la diferencia entre el dólar contado con liquidación –CCL– y Oficial) viene bajando desde junio, pero aun manteniéndose en niveles cerca del 100% (hoy en 91%). Por su parte, el “crawling peg”, es decir la devaluación de la moneda llevada a cabo por el Banco Central, desaceleró a un ritmo del 5,5% en diciembre desde el 6,6% de noviembre. A pesar de la desaceleración del ritmo de la suba del tipo de cambio oficial, la brecha sigue bajando, en parte, por una mejora de las reservas del BCRA por las medidas de dólar soja y también a costa de menores importaciones.
Concretamente, el BCRA compró en el mes de diciembre una suma de US$ 1.987 millones y en el año US$ 5.824 millones, superando la marca del 2021.
Respecto a los próximos desafíos, la sequía actual en el país golpeó al trigo que ya fue cosechado en un 99,4%, registrando una cosecha de 12,4 millones de toneladas, casi la mitad de las 22,4 millones de toneladas del año pasado. La siembra de maíz de primera sigue atrasada por 11 puntos porcentuales respecto al promedio de los últimos 5 años, aunque las lluvias de los últimos días acortaron un poco esa brecha y permitió sembrar a varios productores.
Para la evolución del tipo de cambio en Argentina es importante la acumulación de dólares del Banco Central, que, si bien tuvo un buen diciembre, el 2023 se convierte en un año muy desafiante como consecuencia de la sequía que ya comprometió al trigo y está dañando mucho al maíz ya casi sembrado en su totalidad (81%).