Commodities: Al compás de la macro

PUENTE VIEW es un reporte semanal que se produce a partir del análisis de los principales asset classes globales de Renta Variable, Renta Fija, Tasas y FX, Commodities y Alternativos.}

27-03-2023

Nuestro Análisis:

•    El índice de commodities GSG cayó 5,6% en las últimas cuatro semanas. La presión a la baja viene por el lado de los commodities agrícolas y el petróleo, que ante el mayor riesgo de una recesión vieron una caída en sus precios.
•    La volatilidad de los precios energéticos vuelve a ganar relevancia ante la incertidumbre económica a nivel global. El precio del petróleo WTI venía de un febrero más calmo estabilizándose en torno a US$ 83/84 el barril. Este escenario rápidamente se revirtió con los ruidos en el sector financiero y las posibles consecuencias en el resto de la actividad económica.
•    La mayor aversión al riesgo que dispararon los ruidos en el sector financiero impulsó una mayor demanda por activos de refugio. De esta manera, los metales preciosos y los metales industriales tuvieron una dinámica dispar.

 

Variación en precios de commodities (USD):


 
Dinámicas recientes:

El índice de commodities GSG cayó 5,6% en las últimas cuatro semanas. La crisis en los bancos regionales, sumado a lo sucedido con Credit Suisse, generó una mayor incertidumbre respecto al crecimiento económico y nivel de actividad, llevando a las materias primas que más se vinculan a la actividad económica a mostrar caídas en las últimas semanas. 

De esta forma, el índice GSG acumula un descenso del 19% en los últimos 12 meses, y del 27% desde los máximos alcanzados en junio del 2022. Con la mayoría de los problemas en la oferta y la cadena de suministros solucionados, sumado a una demanda que comienza a mostrar una desaceleración y perspectivas más débiles en el futuro, los precios convergieron a niveles más cercanos al promedio. 

El principal riesgo a la baja tiene que ver con un escenario de recesión ante una desaceleración de la actividad global mayor a la anticipada con tasas de interés en niveles elevados. No obstante, las cifras económicas publicadas vuelven este escenario menos probable y se vuelcan hacia un soft landing (aterrizaje suave). La actividad en Estados Unidos no muestra fuertes signos de debilitamiento, mientras que Europa se vio beneficiada por un invierno más benigno de lo esperado. Por otro lado, China vuelve a aparecer en escena con la eliminación de las restricciones por Covid-19. La demanda, en este marco, podría resultar mayor a lo anticipado. Adicionalmente, el debilitamiento del dólar también juega a favor para los commodities, donde en marzo vimos al índice DXY caer un 3%.

Por el lado de la oferta, es probable que el suministro de energía a nivel global continúe limitado, pero se va acomodando a la demanda. Será clave monitorear cada una de las reuniones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) por cualquier cambio en las perspectivas dentro del sector. En cuanto a los alimentos, la oferta comienza a acomodarse con mayores precipitaciones en EE. UU., mientras que la recuperación de China mejora las expectativas de la demanda.

Energía:

La volatilidad de los precios energéticos vuelve a ganar relevancia ante la incertidumbre económica a nivel global. El sentimiento del mercado en los primeros meses del 2023 se fue moviendo acorde a las perspectivas económicas muy variadas a lo largo de las semanas. El mercado pasó de descontar una profunda recesión a un aterrizaje suave en cuestión de semanas, para luego hablar de un posible ‘no landing’ con la lectura positiva de los datos económicos de enero. Finalmente, las tensiones derivadas de los eventos acontecidos en el sector bancario volvieron a impulsar las perspectivas de recesión. No obstante, las últimas medidas de la Reserva Federal (Fed) junto con los distintos bancos centrales del mundo ayudaron a calmar las aguas. 
 


El precio del petróleo WTI venía de un febrero calmo estabilizándose en torno a US$ 83/84 el barril. Este escenario rápidamente se revirtió con los ruidos en el sector financiero y las posibles consecuencias en el resto de la actividad. El precio del petróleo WTI llegó a tocar mínimos en 15 meses (US$ 73 el barril el 17 de marzo). La rápida reacción de la Fed a favor de los depositantes favoreció a la cotización del crudo que logró recuperar algo de terreno en las últimas tres ruedas. No obstante, esta leve mejora no es suficiente para revertir el balance mensual. El petróleo WTI perdió un 8,3% en lo que va de marzo. 


 
Si los ruidos dentro del sector financiero quedan encapsulados en dicho sector y particularmente dentro de los bancos regionales, es probable que el crudo tenga espacio para recuperar. Los bancos tradicionales muestran balances sólidos y por ahora se van beneficiando del flujo de depósitos saliendo de bancos regionales. Además, tanto la Reserva Federal como el Banco Central Europeo (BCE) destacaron la solvencia del sistema financiero a nivel global, además de contar con las herramientas necesarias para calmar nuevas turbulencias. El caso de Credit Suisse, en tanto, fue un evento particular que venía con problemas con anterioridad. La falta de confianza en el sector no hizo más que profundizar o acelerar la situación. De contener esta crisis, la demanda de crudo dependerá de cómo evolucione la actividad económica. Una Fed menos agresiva de lo previsto ayuda, pero no se descarta un mayor impacto por el lado del crédito. La debilidad de los bancos regionales supone un menor crédito al sector privado. 

Por otro lado, es importante monitorear la oferta del crudo. Los inventarios de petróleo alcanzan 481,2 millones de barriles y se ubican cerca del 8% por encima del promedio de cinco años para esta época del año, según las cifras de la Agencia de Información de Energía en Estados Unidos (EIA). Este exceso de oferta es un factor que presiona a la baja las cotizaciones.

En este marco, la OPEP+ analiza la producción de crudo de cara a su próxima reunión a principios de abril. Las últimas declaraciones de los dirigentes de este cártel apuntan a una mejora de la demanda por parte de China. De hecho, en su último informe mensual, la OPEP+ revisó al alza su previsión de crecimiento de la demanda de este país para este año, pero mantuvo su proyección de crecimiento de la demanda mundial en 2,32 millones de barriles diarios. La OPEP+ tiene prevista una reunión virtual de su comité ministerial, que incluye a Rusia y Arabia Saudita, el próximo 3 de abril, antes de una reunión ministerial plenaria en Viena el 4 de junio. 

Por su parte, el valor del gas cayó 20% en lo que va de marzo acumulando en el año un descenso del 51,1%. La volatilidad en los precios del gas no pasa desapercibida, tocando máximos en varios años en agosto de 2022 para luego iniciar un camino decreciente. La baja de los precios del gas fue impulsada por la menor demanda en medio de las temperaturas cálidas durante el invierno en el hemisferio norte. Como resultado del menor consumo de gas al proyectado inicialmente, Estados Unidos apunta a cerrar la temporada con más de 1,9 billones de pies cúbicos a fines de marzo. Esta cifra se ubica 23% por encima del promedio de los últimos cinco años. 

Por otro lado, cabe destacar que más allá del menor consumo, las complicaciones dentro de la matriz energética en Europa de la región están lejos de solucionarse. Rusia redujo un 80% su suministro por gasoducto a la Unión Europea desde la guerra con Ucrania el año pasado.

Según la EIA, las exportaciones de gas natural licuado (GNL) de Estados Unidos promediaron 10,6 mil millones de pies cúbicos por día (Bcf/d) en 2022, aumentando 9% (0,8 Bcf/d) en comparación con el año 2021. Este aumento fue impulsado por la mayor demanda en Europa con los países sustituyendo las importaciones rusas. Las exportaciones de GNL de Estados Unidos a Europa aumentaron 141% en 2022 con respecto al año anterior. Se trató del principal destino de exportación de GNL desde Estados Unidos.


 
En líneas generales, los precios energéticos tienen terreno por recuperar tras la reciente caída. La vuelta de China es uno de los principales impulsores de esta recuperación. Sin embargo, las perspectivas son inciertas y es probable que la volatilidad siga siendo protagonista en los precios del gas. En el corto plazo, vemos poco probable volver a los niveles máximos alcanzados a principios del 2022. A largo plazo, la clave estará en monitorear la capacidad de Europa para reponer reservas de gas de cara al próximo invierno sin la presencia de Rusia.

Metales: 

La mayor aversión al riesgo que dispararon los ruidos en el sector financiero impulsó una mayor demanda por activos de refugio. De esta manera, los metales preciosos y los metales industriales tuvieron una dinámica dispar. Por un lado, los metales preciosos (oro/plata) actuaron como reserva de valor ante la volatilidad creciente en el mercado. Por otro lado, los metales industriales se vieron afectados por las mayores expectativas de recesión ante el riesgo sistémico derivado de las tensiones en el sector bancario. 

El oro aumentó 6,7% desde fines de febrero e incluso llegó a cruzar los US$ 2.000 la onza de troy. El metal alcanzó así su mayor valor desde abril 2022. Es importante desatacar que el oro venía de varias semanas consecutivas a la baja, en línea con los datos económicos de enero mejores a lo esperado. Sin embargo, toda discusión sobre un posible ‘no landing’ fue rápidamente opacado por la caída de Signature y Silicon Valley Bank. Además, el dato de ventas minoristas de febrero confirmó la hipótesis de que las cifras de enero no eran suficientes para hablar de un cambio de tendencia. Después del rebote de 3,2% de enero, las ventas cayeron 0,4%, una variación más acorde a un escenario de ‘soft landing’. La desaceleración económica va en línea con lo esperado pero los ruidos en el sistema bancario alimentaron las perspectivas de recesión, llevando el oro a un máximo en varios meses. 

¿Simple rebote o cambio de tendencia? En la medida que las tensiones en el sector financiero demuestre su origen en factores propios de bancos específicos, el oro tiene un techo. De hecho, con las medidas que tomó la Fed y el resto de los bancos centrales del mundo, junto con la adquisición de Credit Suisse por parte de UBS, el oro lleva acumulado una caída de 2,1% en solo cuatro ruedas desde el pico reciente. Caso contrario, de ver un contagio mayor en otros sectores y mayor volatilidad en el mercado, no se descarta que el oro se estabilice por encima de los US$ 2.000 la onza de troy.


 
La plata siguió una dinámica similar, pero registrando una suba de mayor magnitud desde febrero, aumentando 8,4% contra el dólar en las primeras semanas del mes.


 
Por otro lado, los metales industriales tuvieron un arranque de año al alza. El mercado apostó a una fuerte recuperación de la demanda de China impulsando el precio del aluminio y el cobre a máximos de siete meses en enero. Este impulso duró poco con la expectativa de ver mayores complicaciones en la economía. Al igual que el crudo, los metales industriales sufren los temores de recesión en el caso que la inestabilidad bancaria se extienda. El cobre perdió 0,3% en las últimas 30 ruedas, mientras que el Aluminio y el Zinc retrocedieron 4,4% y 5,2% en el mismo período, respectivamente.

Agrícolas: 

Dentro de los commodities agrícolas, lo más relevante sucede en la Argentina, que sufre una de las sequías más fuertes de los últimos 20 años, con consecuencias económicas importantes. 

Las escasas lluvias, olas de calor y helada en febrero ocasionaron una caída en los rendimientos de la soja, donde se estima que se cosecharía al menos una cuarta parte de lo que se esperaba producir, y un poco más de una cuarta parte de lo cosechado el año pasado. 

En cuanto a los rendimientos, se espera que el promedio de toda la región sea de 15 quintales por hectárea, un 63% menos del rinde medio regional. En las últimas dos temporadas, el rendimiento promedio de la soja en la región núcleo se ubicó cerca de los 30 qq/ha, y en el 2008/2009, se acercó a los 24 qq/ha.

La mala cosecha de la soja es una continuación de una mala cosecha de trigo, también impactado por la misma sequía, al igual que el maíz. La preocupación ahora se centra en la próxima cosecha, donde los suelos no acumularon la humedad necesaria para sembrar. Después de un mal año en términos de ingresos para el agro, el riesgo de jugar el poco capital de trabajo disponible para una nueva siembra sin humedad en el suelo es importante. 

No obstante, hay pronóstico de lluvias en los próximos 5 días en el sur de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos, y en el centro de Córdoba. Esto podría traer un alivio en algunos sectores y aumenta la posibilidad de sembrar con más humedad en el suelo de cara a la próxima cosecha. 

Respecto a los precios internacionales, en el último mes los commodities agrícolas cayeron. El precio de la soja en EE. UU. bajó un 5,6%, mientras que el del maíz cayó un 3,9%. Por su parte, el precio del trigo sufrió un mayor descenso, que alcanzó el 11,6% en los últimos 30 días. 


 
*Precios al cierre del 22/03/2023.
 

 

 

 

 

 






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